Una semana después del equinoccio de primavera, en una tarde despejada y calurosa, caminé en medio del frenesí del bazar de Johri, el principal mercado de Jaipur, con sus muros de coral, delicadas celosías y arcos mogoles.
Quizás fuera un mal momento para aventurarse a hacer turismo en la capital del desierto de Rajasthan, pero era perfecto para medir el tiempo con las sombras proyectadas por el Sol.
Me dirigía hacia el Jantar Mantar, el misterioso portal de India a las estrellas.
A primera vista, este complejo al aire libre -lleno de extraños muros triangulares y escaleras a ninguna parte- parece fuera de lugar: no es ni ornamentado como el Palacio de la Ciudad que lo rodea ni intrincado como el venerado Templo Govind Dev Ji y el cercano Hawa Mahal.
El sitio, una colección de 300 años de antigüedad de 20 esculturas científicas llamadas ‘yantra’ -que pueden medir las posiciones de estrellas y planetas, y decir la hora con precisión-, me había desconcertado desde mi infancia aquí en Jaipur, cuando las estructuras parecían versiones gigantes de las delicadas herramientas que guardaba en mi kit de geometría escolar.
Pero años más tarde, como arquitecto profesional, pude comprender mejor su uso.
Son soluciones arquitectónicas ingeniosas para comprender la mecánica de la astronomía, así como herramientas clave para que los astrólogos hindúes tradicionales elaboren cartas natales y pronostiquen fechas auspiciosas.
Ciudades alineadas con las estrellas
En 1727, cuando el rey de la región, Sawai Jai Singh, concibió a Jaipur como su capital y como la primera ciudad planificada del país, quiso diseñarla en consonancia con los principios de Vastu Shastra, que se basan en la naturaleza, la astronomía y la astrología para la arquitectura y la ubicación.
Se dio cuenta de que para alinear perfectamente Jaipur con las estrellas, ayudar en las prácticas astrológicas y predecir eventos climáticos clave para los cultivos, necesitaría instrumentos que fueran precisos y accesibles.
Pie de foto,El Samrat Yantra es un enorme reloj de sol que da la hora precisa.
Sin embargo, después de enviar equipos de investigación a Asia Central y Europa para recopilar datos basados en el conocimiento de científicos islámicos y europeos, Sawai Jai Singh encontró discrepancias entre las lecturas de los instrumentos de metal que se usaban generalmente en ese momento.
Para mejorar la precisión, aumentó el tamaño de las herramientas, las estabilizó reduciendo las partes móviles y las hizo resistentes al desgaste y a la intemperie al fabricarlas con mármol y piedra local.
Luego utilizó estas innovaciones para construir cinco observatorios al aire libre en las ciudades indias de Jaipur, Delhi, Ujjain, Varanasi y Mathura.
Sobreviven cuatro: el de Mathura fue demolido.
Pero el de Jaipur, completado en 1734, es el más grande y completo.
Hoy en día, es un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco , no sólo porque es el observatorio mejor conservado de su tipo en India, sino que, como explica la inscripción de la Unesco, representa innovaciones en arquitectura, astronomía y cosmología, así como aprendizajes y tradiciones de culturas occidentales, mediorientales, asiáticas y africanas.
Matemáticas del cielo
En sánscrito, ‘jantar’ significa instrumentos y ‘mantar’ denota calculadora, por lo que cada uno de los yantra del complejo tiene un propósito matemático: algunos son relojes de sol para indicar la hora local y señalar la posición del Sol en el hemisferio; mientras que otros miden las constelaciones y los movimientos planetarios para detectar los signos del zodíaco y guiar los pronósticos.
El más destacado de todos es un enorme reloj de sol equinoccial llamado Samrat Yantra, una pared triangular de 27 metros de altura con dos delgadas rampas semicirculares que irradian como alas desde sus lados.
De pie debajo de él, mi guía señaló la sombra en una de las rampas mientras se movía con precisión 1 milimetro cada segundo e indicaba la hora local con una precisión de dos segundos.
Pie de foto,El Jai Prakash Yantra mide la trayectoria del sol a través de los signos del zodíaco védico indio para determinar los horóscopos.
Otro yantra, el Jai Prakash, mide la trayectoria del Sol a través de los signos del zodíaco védico indio para determinar los horóscopos.
Su estructura en forma de cuenco, que se encuentra en el suelo, es como un mapa invertido del cielo, y una pequeña placa de metal suspendida en un alambre cruzado proyecta una sombra para mostrar la posición de una estrella o planeta elegido.
«Usé estos instrumentos en mis dos años de programa de maestría frecuentemente», dijo Neha Sharma, quien ahora tiene un doctorado en Jyotish Shastra (astrología védica) de la Universidad de Rajasthan.
«Aprender a leer y calcular con estos instrumentos sigue siendo una parte obligatoria del plan de estudios para quien quiera seguir la astrología como opción profesional».
Más que una curiosidad
La mayor parte del mundo científico moderno vio los observatorios Jantar Mantar como una curiosidad hasta que la renombrada astrofísica india Nandivada Rathnasree argumentó que las estructuras aún eran pertinentes.
En su papel como directora del Nehru Planetarium de Delhi (desde 1999 hasta su muerte en 2021), alentó a los estudiantes a adquirir experiencia práctica en astronomía posicional en los distintos Jantar Mantar y presionó para obtener su reconocimiento académico e internacional.
Pie de foto,El Nadivalaya Yantra puede calcular la hora local y la posición del sol en cualquiera de los hemisferios.
«Fue Nandivada Rathnasree quien puso a Jantar Mantar en el centro de atención de la fraternidad científica», dijo Rima Hooja, arqueóloga y directora consultora del Museo Maharaja Sawai Man Singh II en el Palacio de la Ciudad.
«También desempeñó un papel fundamental para que Jantar Mantar Jaipur fuera reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco».
El Jantar Manatar sigue ganando fama, no sólo por su ingenio arquitectónico sino también por su estilo clásico.
«Superficialmente, Jantar Mantar puede no parecer una arquitectura autóctona», dijo la arquitecta de conservación Kavita Jain.
«Pero cuando lo miras de cerca, el reloj de sol de gran altura se estabiliza mediante la creación de vacíos en forma de arcos. Las marquesinas hindúes que coronan los instrumentos, el mármol y la piedra utilizados en la construcción evocan los valores arquitectónicos locales».
Hoy, estudiantes, científicos y turistas de muchas disciplinas y culturas de todo el mundo entienden que el Jantar Mantar de Jaipur es mucho más que un monumento histórico.
Situado en el centro de una próspera ciudad antigua de fortalezas y palacios, sus estructuras monolíticas continúan reflejando el cosmos y creando un legado duradero.
Ella tiene 37 años y nació en Texas, EE.UU., de padres asiáticos, pero construyó su vida y varios negocios de moda en Singapur.
Cumplió 35 años y no había encontrado la pareja adecuada, por lo que comenzó a preocuparse.
Si bien Singapur se ha convertido en el último país en permitir la congelación de óvulos por razones no médicas, y lo aplicará desde 2023, en el momento que Chen tomó la decisión no era posible, por lo que regresó a Texas para intentarlo.
«Tenía que congelar mis óvulos. Era ahora o nunca», le contó Chen al programa Business Daily de la BBC.
«Resultó que yo no tenía tantos óvulos. Me puso muy triste, me hizo sentir menos mujer. Terminé solo con cuatro. La probabilidad de que cuatro óvulos se conviertan en un bebé es casi cero», explicó.
«Las mujeres en mi situación, por lo general, hacen un par de rondas de extracción, (ella pagó unos US$14.000 por una sola) pero yo no podía darme ese lujo de volar ida y vuelta a EE.UU., ya que tenía mi trabajo en Singapur», añadió.
Ante el elevado costo y la competencia por atraer talento de calidad, cada vez más empresas en países como EE.UU. ofrecen el congelamiento de óvulos como un beneficio laboral para sus empleadas.
Pero ¿es este beneficio siempre una buena noticia para las mujeres?
Según algunos estudios, las mujeres a quienes se les ofrecen estos planes están bastante contentas de tener la opción pero también sienten que su empresa les está diciendo: hay que tener hijos en el momento adecuado.
«Sin opciones no tendrán hijos»
Carol Chen contó que poco después de congelar sus óvulos en EE.UU., conoció a su actual esposo y espera su primer bebé sin la ayuda de la ciencia.
Sin embargo, celebra que otras mujeres en Singapur puedan ser libres de elegir este procedimiento de fertilidad que estará disponible a partir del próximo año en el país.
Aunque aún hay algunas barreras para acceder a él: no deben ser mayores de 35 años y no pueden usarlos a menos que estén legalmente casadas con un hombre.
«Cada vez más mujeres se están incorporando al mercado laboral. Sino les dan opciones, simplemente no van a tener hijos. Es en parte por eso que muchos países tienen crisis demográficas, porque las mujeres se enfocan más en sí mismas», opinó Carol Chen.
Hace diez años, la congelación de óvulos dejó de ser clasificada como un procedimiento médico experimental en Estados Unidos y se está convirtiendo en algo cada vez más frecuente. Incluso en el lugar de trabajo.
Cuando Facebook y Apple comenzaron a ofrecer el beneficios de congelación de óvulos a las empleadas en 2014, la medida fue considerada como no convencional y solo estaba dirigida a una pequeña proporción de la fuerza laboral.
Sheryl Sandberg, la ahora exdirectora de operaciones de META -la empresa matriz de Facebook- explicó por qué tomaron la decisión de ofrecer ese beneficio a sus empleadas hace ocho años.
«Una mujer joven que trabaja en Facebook tenía cáncer y me dijo que se sometería a un tratamiento. Eso significaba que no podría tener hijos por lo que su segunda oportunidad (de ser madre) era congelar sus óvulos. Pero no podía permitirse ese gasto, ya que el seguro médico no se lo cubría», relató.
«Hablé con recursos humanos y concluimos que deberíamos cubrir ese costo, pero no sólo para mujeres con cáncer, sino para todas. Fue entonces cuando surgió este beneficio y creemos que es excelente«, opinó.
Ventajas y limitaciones
Los beneficios laborales sobre fertilidad pasaron de ser una novedad a ser imprescindibles.
Casi el 40% de las grandes empresas de EE.UU. -con más de 500 empleados- los ofrecen y los números aumentan rápidamente.
Incluso en Europa, a través de los servicios nacionales de salud, se está comenzando a hacer lo mismo.
«Los gobiernos suelen apoyar la mayoría de los tratamientos. Pero cuando se trata de fertilidad, ese no es el caso en todas partes», explicó Jenny Saft, quien vive en Berlín y es cofundadora de una compañía que ofrece en Europa acceso a tratamientos reproductivos como beneficios para empleadas.
«Europa no es un solo país. Hay muchas limitaciones y restricciones, y el sistema no es justo. En Alemania, por ejemplo, los seguros cubren el 50% de los programas de fertilización in vitro, pero solo si estás casada en una relación heterosexual y tienes menos de 40 años», explicó.
En Inglaterra, acceder al tratamiento de fertilidad del servicio nacional de salud (NHS) depende del código postal del médico de cabecera, con diferentes regiones que ofrecen distintos niveles de acceso a la fecundación in vitro. Algunas no ofrecen ningún tipo de servicio.
En Francia, hasta hace muy poco, a las mujeres solteras o lesbianas no se les permitía someterse a la fecundación in vitro o congelar sus óvulos. Ahora pueden hacerlo y con financiación del Estado.
«¿Quién dice que necesito estar casada para formar una familia? ¿Quién dice necesito estar casada con un hombre para formar una familia?«, se preguntó Saft.
«Como empresa tienes una forma de decir que no estás de acuerdo con lo que está pasando. Puedes ofrecer a tus empleadas las mismas oportunidades y acceso de formar una familia. No importa cuándo, cómo o con quién. Las puedes apoyar en ese proceso», añadió.
«Conflicto de intereses»
Pese a que las legislaciones de muchos países están cambiando y cada vez más empresas en todo el mundo ofrecen pagar por la congelación de óvulos de las empleadas, algunos piensan que eso no es una buena noticia.
«Cuando las empresas ofrecen estos beneficios por lo general organizan reuniones en las que se da información sobre fertilidad. Pero si esa educación proviene de una empresa que se beneficiará de las personas que utilizan esas tecnologías, es muy difícil evitar conflictos de intereses», señala Lucy van de Wiel, profesora de salud global y medicina social en el King’s College de Londres.
«Las empleadas pueden convertirse en un gran grupo de potenciales pacientes porque básicamente todas los que quieran tener un hijo en el futuro podrían ser candidatas para la congelación de óvulos», agregó.
La especialista también destacó algunas características de la cultura del trabajo que podrían perjudicar a las mujeres que acceden a esos beneficios.
«Muchas de las mujeres a las que les ofrecen estos planes están muy contentas de tener la opción, pero también sienten que su empresa les está diciendo: ‘Tienes que tener hijos en el momento adecuado’«, dijo van de Wiel.
Aprovechando oportunidades
Al otro lado del Atlántico, en Nueva York, la abogada Nyasha Foy decidió aceptar la oferta de su empleador, quien pagó dos rondas de extracción para la congelación y almacenamiento de óvulos.
Aunque es consciente del posible conflicto de intereses en esas situaciones, ella cree que las mujeres deberían aprovechar la oportunidad.
«Entiendo la idea de que si me dan US$10.000 para la congelación de óvulos, como retorno por la inversión debo continuar trabajando dos años más en la empresa. Es un trato beneficioso para ambos», detalló Foy a la BBC.
Fiestas de congelamiento de óvulos
Las estadísticas de Reino Unido muestran que entre las mujeres menores de 36 años, la proporción de óvulos congelados que terminan en un bebé es de poco más del 8%, mientras que después de los 36 años la cifra se reduce a alrededor del 3%.
Pero independientemente de los números, la congelación de óvulos está cobrando impulso en el mundo desarrollado y las clínicas de fertilidad luchan para atraer clientes por cualquier medio permitido.
La doctora de fertilidad Aimee Eyvazzadeh, también conocida como Egg whisperer (la mujer que susurra a los óvulos), tiene su clínica en California y es conocida por organizar fiestas de congelación de óvulos desde 2014 para conversar sobre la fertilidad.
«Cuando empecé con las fiestas de congelación de óvulos era para asegurarme de que todas las mujeres supieran sobre el proceso. Del mismo modo que toda mujer sabe que puede operarse los senos», dijo la especialista.
Al ser consultada por los altos costos del procedimiento, Eyvazzadeh aseguró que «si una mujer puede financiar el costo de un aumento de senos, si la fertilidad es lo suficientemente importante para ella va a encontrar la manera de financiar el procedimiento», afirmó.
«Ahora más que nunca estoy viendo mujeres comenzando su familia después de los 45 años. Tengo tres pacientes embarazadas de más de 50 años. Mi paciente promedio tiene 39 años. Imagínate en 15 años más», detalló.
«Animo a las mujeres jóvenes que no tienen problemas de fertilidad a que consideren congelar sus óvulos para cuando tengan 40 años», enfatizó.
En lugares como Francia y algunas partes de Japón, el Estado financia el procedimiento. Mientras, las mujeres estadounidenses tienen que depender de sus empleadores o de sus propios bolsillos.
En Nueva York, Foy está considerando sus próximos pasos.
«Definitivamente quiero usar este beneficio y todavía sigo buscando al papá de ese bebé. Ahora tengo 37 años, pero también hay un mundo todavía allá afuera».
«Quiero ser madre. No sé cómo, ni cuándo, pero he hecho mi parte para tener la mejor opción cuando llegue ese momento», concluyó.
Durante 50 años, el restaurante flotante Jumbo fue uno de los espacios más icónicos de la bahía de Hong Kong. Ahora se ha hundido en el mar días después de ser remolcado.
El Jumbo volcó en el mar del Sur de China mientras lo transportaban a una nueva ubicación no revelada, según comunicó Aberdeen Restaurant Enterprises, su empresa matriz.
Ningún miembro de la tripulación resultó lesionado, pero la compañía dijo estar «muy triste por el incidente».
El restaurante había cerrado desde marzo de 2020 a causa de la pandemia de covid-19. Se estima que más de tres millones de comensales disfrutaron de su cocina cantonesa a través de los años, incluyendo personalidades como la reina Isabel II, Tom Cruise y el multimillonario Richard Branson.
Ha aparecido en varias películas, incluyendo una de la saga de James Bond, pero la pandemia supuso un golpe fatal para la viabilidad del negocio.
Pie de foto,El restaurante cerró en marzo de 2020 con la llegada de la pandemia de coronavirus.
A 1.000 metros de profundidad
Antes del viaje habían contratado a ingenieros marinos para inspeccionar el restaurante. Según los dueños, habían obtenido «todas los permisos relevantes».
La embarcación iba a permanecer en una ubicación no revelada mientras aguardaba por un nuevo operador. Sin embargo, se hundió el pasado domingo cerca de las islas Parcel, después de experimentar «condiciones adversas» y empezar a sufrir la penetración del agua, según Aberdeen Restaurant Enterprises.
«La profundidad del agua de la escena es de alrededor de 1.000 metros, lo cual hace extremadamente difícil llevar a cabo labores de rescate», añadió.
Aunque la pandemia fue el último golpe al restaurante, este se había enfrentado a problemas financieros durante años.
El operador Melco International Development dijo el mes pasado que no daba beneficios desde 2013 y que acumulaba grandes pérdidas.
Andriy observó con ansiedad cómo los soldados rusos conectaban su móvil a su computadora, tratando de restaurar algunos archivos. Andriy, un director de marketing de 28 años, intentaba irse de Mariúpol.
Había borrado todo lo que pensaba que un soldado ruso podría usar en su contra, como mensajes de texto sobre la invasión rusa de Ucrania o fotos de la devastación en su ciudad causada por semanas de bombardeos incesantes.
Pero en Mariúpol, un puerto alguna vez bullicioso en el sur de Ucrania, el internet fue cortado como parte del asedio impuesto por Rusia, y Andriy no pudo eliminar algunas de sus publicaciones en las redes sociales.
Recordó los primeros días de la guerra, cuando compartió algunos mensajes y discursos antirrusos del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. «Estoy jodido», pensó.
Los soldados, dijo Andriy, ya habían puesto en él su atención.
La «filtración»
Ese día, a principios de mayo, cuando se unió por primera vez a las colas para lo que se conoce como «filtración», el proceso de escrutinio de civiles que desean abandonar el territorio ocupado por Rusia, uno de los soldados notó su barba.
Inmediatamente supuso que era una señal de que Andriy era un combatiente del regimiento Azov de la ciudad, una antigua milicia que tenía vínculos con la extrema derecha.
«¿Son usted y su brigada los que están matando a nuestros muchachos?», le preguntaron a Andriy. Él respondió que nunca había servido en el ejército, comenzó a trabajar directamente después de graduarse, pero «no querían escucharlo».
Cuando los soldados revisaron su teléfono, recurrieron a sus puntos de vista políticos y le preguntaron su opinión sobre Zelensky.
Andriy, con cautela, dijo que Zelensky estaba «bien», y uno de los soldados quiso saber qué quería decir con eso. Andriy le dijo que Zelensky era un presidente más, no muy diferente a los que le habían precedido, y que en realidad no le interesaba mucho la política.
«Bueno», respondió el soldado, «deberías decir que no te interesa la política».
Se quedaron con el teléfono de Andriy y le dijeron que esperara afuera. Se encontró con su abuela, madre y tía, que habían llegado con él para el proceso en Bezimenne, un pequeño pueblo al este de Mariúpol.
Ya les habían dado un documento que les permitía salir. Unos minutos más tarde, dijo Andriy, se le ordenó ir a una tienda de campaña donde los miembros del servicio de seguridad de Rusia, el FSB, estaban realizando más controles.
Cinco oficiales estaban sentados detrás de un escritorio, tres con pasamontañas. Le mostraron a Andriy un video que había compartido en Instagram de un discurso que había dado Zelensky el 1 de marzo.
Con este había una leyenda escrita por Andriy: «Un presidente del que podemos estar orgullosos. ¡Váyanse a su casa con sus buques de guerra!»
Uno de los oficiales habló primero. «Nos dijiste que eres neutral en política, pero apoyas al gobierno nazi», recuerda Andriy que le dijeron. «Me golpeó en la garganta. Básicamente, comenzó la golpiza».
Pie de foto,Los soldados descubrieron que Andriy había compartido discursos del presidente Zelensky después de conectar su teléfono a su computadora.
Igual que a Andriy, a Dmytro le confiscaron el teléfono en un puesto de control cuando intentaba salir de Mariúpol a finales de marzo.
Dmytro, un profesor de historia de 34 años, dijo que los soldados encontraron la palabra «ruscista», un juego de palabras entre «Rusia» y «fascista», en un mensaje a un amigo. Los soldados, me dijo Dmytro, lo abofetearon y patearon, y «todo porque usé esa palabra».
Dmytro dijo que lo llevaron, con otras cuatro personas, a una estación de policía en el pueblo de Nikolsky, también un punto de filtración.
«El oficial de más alto rango me golpeó cuatro veces en la cara», señaló. «Parecía ser parte del procedimiento».
Sus interrogadores dijeron que maestros como él estaban difundiendo propaganda proucraniana. También le preguntaron qué pensaba sobre «los eventos de 2014», el año en que Rusia anexó la península de Crimea y comenzó a apoyar a los separatistas prorrusos en Donetsk y Luhansk.
Él respondió que el conflicto se conocía como la guerra ruso-ucraniana. «Dijeron que Rusia no estaba involucrada y me preguntaron si estaba de acuerdo en que era, de hecho, una guerra civil en Ucrania», cuenta.
Los oficiales revisaron su teléfono nuevamente y esta vez encontraron una foto de un libro que tenía la letra H en su título. «¡Te atrapamos!», le dijeron los soldados a Dmytro.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirma que su guerra en Ucrania es un esfuerzo por «desnazificar» el país, y los soldados, afirmó Dmytro, creían que estaba leyendo libros sobre Hitler.
A la mañana siguiente, Dmytro fue trasladado con dos mujeres a una prisión en Starobesheve, un pueblo controlado por los separatistas en Donetsk.
Contó 24 personas en la celda de cuatro literas. Después de cuatro días y otro interrogatorio detallado, finalmente fue liberado y llegó al territorio controlado por Ucrania. Semanas después, aún no sabe qué pasó con sus compañeras de celda.
De vuelta al interior de la tienda en Bezimenne, Andriy se fijó en otras dos personas con las manos atadas a la espalda, que habían quedado en un rincón mientras los agentes se enfocaban en él.
«Empezaron a golpearme mucho más fuerte», me dijo Andriy, «en todas partes». En un momento, después de un golpe en el estómago, sintió que estaba a punto de desmayarse. Consiguió sentarse en una silla.
«Me preguntaba qué sería mejor», contó, «perder el conocimiento y caer o tolerar más el dolor».
Al menos, pensó Andriy, no lo habían enviado a otro lugar, lejos de su familia. Funcionarios ucranianos señalan que se cree que miles de personas han sido enviadas a centros de detención y campamentos establecidos en áreas controladas por Rusia durante la filtración.
En casi todos los casos, sus familiares no saben dónde están detenidos ni por qué. «Estaba muy enojado por todo», afirmó Andriy, «pero, al mismo tiempo, sé que podría haber sido mucho peor».
Su madre trató de entrar a la tienda, pero los oficiales la detuvieron. «Estaba muy nerviosa. Más tarde dijo que le habían dicho que mi ‘reeducación’ había comenzado», dijo Andriy, «y que no debería preocuparse».
Su calvario, me contó, continuó durante dos horas y media. Incluso lo obligaron a hacer un video que decía «¡Gloria al ejército ruso!», una burla a «¡Slava Ukraini!», el eslogan ucraniano.
La pregunta final, señaló Andriy, era si había «comprendido sus errores» y «obviamente respondí que sí».
Mientras lo liberaban, los oficiales trajeron a otro hombre, que anteriormente había servido en el ejército de Ucrania y tenía varios tatuajes.
«Inmediatamente lo empujaron al suelo y comenzaron a golpearlo», dijo Andriy. «Ni siquiera hablaron con él».
Pie de foto,»Incluso trato de justificar el proceso de alguna manera. Trato de convencerme de que hay algo de lógica», dijo Andriy sobre la filtración.
Las autoridades ucranianas dicen que las fuerzas rusas y los separatistas respaldados por Rusia han llevado a cabo filtraciones en los territorios ocupados como un intento de establecer los posibles vínculos de los residentes con el ejército, las fuerzas del orden e incluso el gobierno local, mientras las fuerzas invasoras intentan restaurar los servicios y la infraestructura.
Los hombres en edad de pelear son un objetivo particular, los revisan en busca de signos en el cuerpo que puedan sugerir el uso reciente de armas, como en los dedos y los hombros.
Los registros al desnudo son comunes, dicen los testigos, incluso para las mujeres. Oleksandra Matviychuk, directora del Centro para las Libertades Civiles, un grupo de derechos humanos con sede en Kiev, afirmó que el proceso, incluso cuando no es violento, es «inhumano».
«No hay necesidad militar para esto… Están tratando de ocupar el país con una herramienta que yo llamo ‘inmenso dolor de la gente civil’. Te preguntas: ‘¿Por qué tanta crueldad? ¿Para qué?'»
La «jaula»
Maksym, un trabajador siderúrgico de 48 años, contó que lo obligaron a desnudarse mientras los oficiales en Bezimenne revisaban incluso las costuras de su ropa.
Le preguntaron si pertenecía al regimiento de Azov o si era simpatizante de los nazis -él negó serlo- y por qué quería dejar Mariúpol.
«Contesté: ‘En realidad, eres tú quien está en suelo ucraniano'». Uno de los oficiales, que dijo que eran todos rusos, reaccionó golpeando a Maksym con la culata del arma en el pecho. Se cayó.
«Apoyé la cabeza en el suelo, agarrándome las costillas. No podía levantarme», señaló. «Fue muy doloroso respirar».
Lo llevaron a lo que describió como una «jaula», donde estaban recluidos otros. Notó que un hombre, un levantador de pesas, tenía un tatuaje de Poseidón, el dios griego, con un tridente.
Los soldados, dijo Maksym, pensaron que era el escudo de armas de Ucrania. «Él les explicó, pero no entendieron».
A los detenidos en la «jaula» no se les dio agua ni comida, y tuvieron que orinar en un rincón frente a todos, me dijo Maksym.
En un momento, exhausto, trató de dormir en el suelo. Un oficial entró y lo pateó en la espalda, obligándolo a ponerse de pie.
Llevaban a las personas para interrogarlas y, cuando regresaban, «ves que la persona había sido golpeada», indicó Maksym. Vio a una mujer de unos 40 años acostada con dolor, aparentemente después de recibir un golpe en el estómago.
Un hombre, que parecía tener alrededor de 50 años, tenía un labio sangrante y moretones rojos en el cuello. Maksym creía que había sido estrangulado. Nadie en la «jaula» preguntó o dijo nada entre sí. Tenían miedo de que los oficiales del FSB pudieran disfrazarse de prisioneros.
Después de unas cuatro o cinco horas, Maksym fue liberado y se le permitió salir de Mariúpol. Días después, llegó a un lugar seguro en territorio controlado por Ucrania y fue a un hospital para tratar el dolor persistente en su pecho. El diagnóstico: cuatro costillas rotas.
Yuriy Belousov, quien dirige el Departamento de Guerra en la oficina del fiscal general de Ucrania, afirmó que su equipo había recibido denuncias de tortura e incluso asesinatos durante la filtración.
«[Parece ser] una política rusa diseñada de antemano y bastante bien preparada», me dijo. «Definitivamente no es un solo caso o [algo] hecho por un militar local».
Reconoció que era difícil verificar los casos o estimar la escala de la violencia. Las autoridades ucranianas no pueden llevar a cabo investigaciones en los territorios ocupados y la mayoría de las víctimas se muestran reacias a compartir sus historias, preocupadas de que sus familiares en Mariúpol puedan ser atacados si se revela su identidad.
«Usaron electricidad. Casi muero»
Vadym, de 43 años, quien solía trabajar en una empresa estatal en Mariúpol, dijo que fue torturado en Bezimenne en marzo.
Los soldados separatistas habían interrogado a su esposa después de descubrir que había puesto «me gusta» a la página del ejército ucraniano en Facebook y de haber restaurado un recibo en su teléfono de una donación que les había hecho.
«Traté de defenderla», señaló, «pero fui derribado». Se levantó, pero fue golpeado una vez más. Un patrón, dijo, que sucedió una y otra vez.
Cuando los soldados rusos se dieron cuenta de dónde trabajaba, llevaron a Vadym a otro edificio. Allí, Vadym dijo que los soldados separatistas le preguntaron «cosas estúpidas» y comenzaron a golpearlo.
«Usaron electricidad. Casi muero. Me caí y me atraganté con los empastes dentales que se habían salido de mis dientes», indicó Vadym.
Vomitó y se desmayó. «Estaban furiosos. Cuando recuperé el conocimiento, me dijeron que limpiara todo y continuaron dándome descargas eléctricas».
La tortura, dijo Vadym, solo se detuvo después de que intervinieron los oficiales rusos. Llevaron a cabo otra ronda de interrogatorios antes de finalmente liberarlo.
Cuando Vadym salió del edificio, vio que se llevaban a una mujer joven, que había sido identificada durante el proceso como secretaria judicial.
«Le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza y le ataron las manos», indicó Vadym. «Su madre estaba de rodillas, rogando que no se llevaran a su hija».
Traslados a Rusia
La liberación de Vadym vino con una condición: tendría que ir a Rusia. Aproximadamente 1,2 millones de personas en Ucrania, incluidos miles de residentes de Mariúpol, han sido enviadas a Rusia en contra de su voluntad desde que comenzó la invasión en febrero, según funcionarios ucranianos.
Rusia niega que esté llevando a cabo una deportación masiva, lo que constituiría un crimen de guerra según el derecho internacional humanitario, y dice que simplemente está ayudando a quienes quieren irse. Ucrania rechaza esta afirmación.
Algunos de los enviados a Rusia han logrado escapar a otros países e incluso regresar a Ucrania. Cuántos, no está claro.
Vadym, con la ayuda de sus amigos, se mudó a otro país europeo; no quería revelar la ubicación exacta. Había perdido parte de su visión, me dijo, y los médicos dijeron que era el resultado de heridas en la cabeza por la golpiza.
«Me siento mejor ahora, pero la rehabilitación llevará mucho tiempo». Le pregunté qué pensaba sobre la filtración. «Separan a las familias. Están desapareciendo personas», dijo. «Es puro terror».
El Ministerio de Defensa de Rusia no respondió a varias solicitudes de comentarios sobre las acusaciones. El gobierno ruso ha negado previamente que esté cometiendo crímenes de guerra en Ucrania.
Pie de foto,Andriy cuenta que un soldado ruso le dijo a su madre que estaba pasando por una «reeducación».
Andriy y su familia se establecieron en Alemania, después de haber sido obligados también a ir a Rusia. Mirando al pasado, cree que las fuerzas de ocupación parecían estar usando la filtración para mostrar su «poder absoluto».
Los soldados, afirmó, actuaban como si fuera un «tipo de entretenimiento», algo para «satisfacer su propio ego».
Le hablé de otra ucraniana que había conocido, una ingeniera jubilada de 60 años llamada Viktoriia. Me contó que un soldado se enteró de que había agregado una bandera ucraniana a su foto de perfil en Facebook, y el mensaje «Ucrania por encima de todo».
Señaló que él la apuntó con su arma y la amenazó: «¡Te pondré en el sótano hasta que te pudras!» Luego la pateó, dijo. Viktoriia no podía entender por qué había actuado así. «¿Qué hice? ¿Qué derecho tenían ellos?»
Andriy afirmó que no podía explicar tal comportamiento. «Incluso trato de justificar el proceso de alguna manera. Trato de convencerme de que hay algo de lógica».
Recientemente Finlandia y Suecia anunciaron su decisión de solicitar el ingreso de sus países a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cruzando una línea que en varias ocasiones Rusia ha expresado respondería con “pasos de retaliación”. Mientras tanto, en el epicentro del conflicto Rusia-Occidente, la guerra en Ucrania continúa y todo indica que será más larga de lo originalmente previsto.
Esta creciente tensión geopolítica presiona aún más los precios de los combustibles y los alimentos, y cada país empieza a tomar medidas para combatir la inflación. Dentro del conjunto de medidas posibles, hay una en particular que calma temporalmente el aumento de precios, pero que genera serios problemas para el comercio mundial: restricción o aumento de impuesto a las exportaciones.
Limitar las exportaciones, aunque popular en los inicios, desestabiliza el comercio internacional, reduce la oferta agregada y genera mayores aumentos en los precios internacionales de las materias primas. Estos nuevos aumentos crean mayor incentivo a que los países productores limiten las exportaciones, y con esto se genera un círculo vicioso que podría poner en peligro la seguridad alimentaria.
De hecho, Indonesia ha puesto restricciones a las exportaciones de aceite de palma, mientras que India prohibió las exportaciones de trigo, por solo citar dos ejemplos. Según el Instituto de Investigación de Política Alimentaria (IFPRI), ya 20 países han limitado las exportaciones de bienes desde que inició la guerra. En el futuro, puede que un mayor número de países opte por este tipo de disrupciones al comercio internacional.
La pérdida de las cosechas de Ucrania, las dificultades para el comercio internacional de productos rusos, la extensión del conflicto Rusia-Occidente y las auto-impuestas limitaciones a las exportaciones de algunos países, pudieran generar mayores aumentos de precios de las materias primas y poner en peligro la seguridad alimentaria mundial. Al respecto, varios organismos internacionales como la FAO y el FMI han advertido recientemente sobre los riesgos de una “crisis alimentaria”, y los más afectados serían los países importadores netos de materias primas, como la República Dominicana.
Este escenario cada vez má complejo no quiere decir que hay una crisis “a la puerta de la esquina” y que debemos entrar en pánico, pero sí indica que como país debemos iniciar una adecuada gestión de riesgos, prever todos los escenarios posibles (incluyendo el peor escenario) y tomar con tiempo las medidas preventivas de lugar.
Algo similar ocurre cuando compramos un seguro de vehículo, pagamos dicho seguro no porque estemos convencidos de que nos va a ocurrir un accidente, sino porque en caso de una eventual tragedia, sale menos costoso y más conveniente estar asegurado.
En ese sentido, el equipo económico del gobierno ha tomado algunas medidas precautorias que han sido beneficiosas. Por un lado, el seguro de precios del gas natural adquirido por el Ministerio de Hacienda en 2021 ha mitigado el alza de los precios del gas, mientras que las altas reservas internacionales del Banco Central fortalecen la capacidad de la economía de enfrentar aumentos en los precios de las importaciones. Aunque esto es positivo, es insuficiente, pues la clave está en la política agropecuaria.
Una adecuada gestión de riesgos de seguridad alimentaria implicaría abandonar la obsesión del gobierno con las importaciones, tanto por apreciación cambiaria como por reducción de aranceles. El panorama internacional obliga a fortalecer los sectores productivos dominicanos para duras y largas batallas, en lugar de golpearlos con la promesa de que “será solo por 6 meses”.
En ese orden, deberíamos planificar una extensa siembra de maíz y sorgo de semillas de variedades de alta producción y genética mejoradas, productos en los que actualmente la República Dominicana es poco competitiva, pero que son cereales que se tornan estratégicos ante eventuales riesgos de escasez mundial.
Asimismo, debemos implementar un ambicioso programa de infraestructura rural, pues además de aumentar la productividad y reducir los costos de producción de alimentos, protegen la producción ante desastres naturales.
Por último, podemos pensar en contratos de futuros para algunos cereales como trigo y soya, combinado con la construcción y ampliación de los silos de almacenamiento en el país.
En conclusión, aunque no podemos cambiar el escenario internacional, podemos prepararnos lo mejor posible ante posibles choques adversos, preservando así la seguridad alimentaria de los dominicanos.
El autor es vicepresidente del PLD y exministro de Economía Planificación y Desarrollo.
Decía el gran sociólogo Herbert Gans en 1960 que las noticias no son más que el ejercicio del poder sobre la interpretación de la realidad. Cuando se contemplaba en aquellos tiempos el trabajo de los periodistas se tenía certeza de que el servilismo al poder era la nota dominante de la tarea de los trabajadores en los periódicos, las emisoras de radio y las cadenas de televisión y que, como otra socióloga –Gaye Tuchman– decía con acierto, las noticias eran todas “novedades sin cambio”.
Durante siglos ya, el periodismo ha podido ser, y sigue siendo, una simple costra de conocimiento común dominado por los intereses de las fuentes que proporcionan la mayoría de los datos: las fuentes del poder.
Sabemos muy bien, porque lo vemos hoy en día, que el oficio periodístico, como el propio ser humano, puede degradarse hasta los más bajos instintos. La prueba del mal periodismo la tenemos, desgraciadamente, ante nuestros ojos todos los días porque esta profesión es una de las pocas que está sometida a vigilancia pública constante –lo cual es bueno y es malo a la vez–.
Los periodistas hacen su trabajo ante los ojos y oídos de sus lectores, oyentes o espectadores y eso les hace particularmente vulnerables y débiles. Sin embargo, el periodismo también puede elevarse hasta constituir un ejemplo para la sociedad. El comportamiento ejemplar de algunos periodistas en medios como la prensa, la televisión o la radio los convierte en modelos de honestidad y de ejercicio de democracia. Y esto es lo que ocurrió en Watergate. Aquel caso cambió para siempre a la sociedad moderna, a los periodistas y al ideal que esta profesión debe tener.
Fontaneros y micrófonos El 17 de junio de 1972 –se cumplen ahora los 50 años– unos ladrones que habían entrado en la sede del Partido Demócrata en el edificio Watergate de Washington fueron detenidos. Se trataba de “fontaneros”, espías y delincuentes al servicio del gobierno de Richard Nixon, entonces presidente de los Estados Unidos. La misión de estos gángsters a sueldo de Nixon era comprobar que los micrófonos que espiaban al partido rival seguían funcionando correctamente. Nixon dedicaba muchísimo dinero público a contratar espías y sabotear a los opositores demócratas. Usaba y controlaba miles de dólares de donantes al partido y dedicaba los servicios de inteligencia gubernamentales a espiar, malversar y manipular toda la maquinaria del estado norteamericano.
Todo esto, como vemos, es más que actual y nos parece de lo más corriente en 2022: tramas similares como Cambridge Analytica y Gürtel o Pegasus son casos muy similares de nuestros días en los que políticos y gobiernos juegan sucio igual que Nixon lo hizo en Watergate. ¿Qué fue distinto, entonces, en Watergate? ¿Por qué fue tan importante?
Cuando el asunto del robo en la sede demócrata llegó a The Washington Post, el equipo directivo de este periódico tomó una decisión fundamental: seguir el caso. Continuar la pista de aquel asunto y de su trama de intereses y dinero era una apuesta complicada, porque iba a ser muy difícil demostrar el espionaje del presidente del Gobierno, a pesar de que era claro. Como hoy en tantos casos, la certeza era total, pero demostrarlo era difícil. Sin embargo, dos periodistas de investigación, uno más veterano y otro más joven, llamados Carl Bernstein y Bob Woodward, recibieron el encargo de profundizar en el asunto, de modo que su trabajo hizo crecer el interés por el tema en los lectores.
Bernstein y Woodward: periodismo ejemplar La calidad del seguimiento de Bernstein y Woodward se acompañó del interés de otros medios, formando tal espiral de atención pública en prensa, radio y televisión, que finalmente en 1974 el presidente Richard Nixon dimitió por el caso Watergate.
Los dos periodistas de investigación consiguieron probar que Nixon tenía una red de corrupción y malversación de fondos que afectaba al departamento de Justicia, al FBI y a los jueces de la Corte Suprema, con los que el presidente intentó además encubrir los hechos y esconder lo ocurrido.
El asunto cobró un inmenso interés en los medios de comunicación norteamericanos, que en las vistas orales del proceso ante la Corte Suprema seguían masivamente en televisión la revelación de las pruebas contra Nixon y las artimañas del presidente para grabar a sus rivales y hacer dimitir a sus funcionarios honestos. A pesar de haber sido reelegido en medio del proceso, finalmente el presidente dimitió porque perdió toda autoridad moral y respaldo en sus propias filas. Watergate fue el primer gran caso moderno en el que los medios de comunicación tuvieron la capacidad de generar atención hacia la corrupción política del más poderoso gobierno del mundo. Los periodistas de investigación siguieron durante meses y meses las filtraciones y las pruebas de sus fuentes –la famosa “garganta Profunda” que desde círculos cercanos al poder proporcionó las pistas a los dos periodistas, en un oscuro parking de la ciudad–.
Fue el primer ejemplo de la capacidad del periodismo de investigación para derrotar al fraude y a la mentira. A partir de este ejemplo, los periodistas y los medios de medio mundo tuvieron un modelo de cómo trabajar.
The truth, no matter how bad, is never as dangerous as a lie in the long run (La verdad, por mala que sea, nunca es tan peligrosa como una mentira a largo plazo) es la frase de Ben Bradlee, director de The Washington Post durante el caso Watergate, que preside la redacción del periódico. Shutterstock / Nicole Glass Photography
La validación de las fuentes La triple validación de la información de las fuentes se convirtió en un protocolo periodístico: desde entonces, los periodistas saben que los datos de una fuente hay que contrastarlos con otras dos. La resistencia a las presiones sobre el propio periódico fue un modelo de integridad en el trabajo. Y aunque hubo momentos muy difíciles, la constancia y la diligencia de The Washington Post se convirtieron en la mejor defensa de la democracia y el respeto a sus valores para todo el mundo.
Watergate no ha sido ni el primero ni el único de los casos célebres en que el periodismo se convierte en el ojo público que vigila por nuestros derechos y libertades.
Esta profesión, a la vista de todos, existe para defender nuestros sistemas de libertad y de respeto a la verdad y protegernos del desastre. Hoy, más que ayer, recordar Watergate es volver a defender nuestro futuro.
El proyecto de Ley en contra de la ciberdelincuencia remitido al Congreso Nacional por el presidente de la República, Luis Abinader, podría sancionar a un ciudadano con hasta cuatro años de prisión por publicaciones discriminatorias.Al menos, esto en lo que estipula el artículo 17 de esta pieza legislativa, en la que se indica que aquellos sean declarados culpables de haber usado un sistema de información para difundir alguna cuestión de carácter discriminatorio por ideología, color de piel, etnia, nacionalidad, religión, género u orientación sexual, enfrentaría una pena desde tres meses a cuatro años de cárcel.
También, el proyecto de ley establece una multa equivalente a desde los 200 a 500 salarios mínimos del sector público.
Proveedores de servicios Igualmente, este artículo contiene otro párrafo en el que se señala los proveedores de servicios, a través de los que fue difundido el material discriminatorio, tendrán 24 horas para eliminar las referidas publicaciones.En caso de que no se cumpla con esto, precisa, serían multados con 200 salarios mínimos.
¿Qué son los sistemas de infomación? Son aquellos dispositivos que sirvan para generar, enviar, recibir, archivar o procesar información, documentos digitales y mensajes de datos.
A continuación, el artículo inédito:
“Artículo 17. Discriminación. El que, a través de un sistema de información, difundir o poner a disposición material y publicaciones de carácter discriminatorio por ideología, raza, color, ascendencia u origen nacional o étnico, de género, orientación sexual y religión será sancionado con la pena de tres meses a cuatro años de prisión y multa de doscientas a quinientas veces el salario mínimo del sector público.
Párrafo. Los proveedores de servicios deberán eliminar en un plazo de veinticuatro horas el material y publicaciones de carácter discriminatorio que se les haya notificado.En caso de no cumplir con la orden de eliminar dicho contenido podrán sancionados con multas de doscientas veces el salario mínimo del sector público”.
Injuria y difamación
La pieza legislativa abarca delitos como la difamación y la injuria, en caso de que se cometan mediante un sistema de información.Para la difamación la pena de prisión oscilaría entre dos a cinco años, con una multa entre 200 y 500 salarios mínimos, mientras que la injuria sería castigada con esa misma multa, pero sin tiempo encarcelado.Sin embargo, en ambos, la persecución del delito de difamación se promoverá a través de acción pública a instancia privada, o acción penal privada.
De qué se trata Cuando oye los términos “ciberdelincuente” o “hacker”, ¿qué imagen le viene a la cabeza? ¿Un tipo turbio, tal vez con una sudadera negra con capucha, metido en un sótano oscuro mientras teclea furiosamente? Aunque esa imagen está en el subconsciente colectivo gracias a las películas y la televisión, los ciberdelincuentes de verdad son muy distintos: la ciberdelincuencia está increíblemente organizada y profesionalizada.
Los ciberdelincuentes compran y venden malware en línea (normalmente en la red oscura) y comercian con servicios que prueban la robustez de un virus, paneles de inteligencia empresarial que controlan la implementación de malware y soporte técnico (cuentan con una línea de asistencia para solucionar problemas con su servidor ilegal o cualquier otra maldad).
La profesionalización y proliferación de la ciberdelincuencia supone un coste anual enorme en daños que sufren personas, empresas e incluso Gobiernos.
SEPA MÁS Daños causados por este delito Más ataques. A medida que Internet de las cosas evoluciona y los dispositivos inteligentes ganan popularidad, los ciberdelincuentes disfrutan de una superficie de ataque mucho mayor: más oportunidades para romper las medidas de seguridad, lograr acceso no autorizado y cometer delitos.
Colombia eligió su primer presidente de izquierda, el senador y exguerrillero Gustavo Petro, que venció al millonario independiente Rodolfo Hernández en un tenso balotaje disputado ayer domingo.
Petro, con 62 años, ganó la elección con una ventaja de 3,2 puntos porcentuales sobre el excéntrico magnate, que reconoció rápidamente su derrota.
El senador y exguerrillero superó a su rival por 716.201 votos, según el escrutinio del 99,4% de los sufragios.
“Hoy es día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular (…) es el día de las calles y las plazas”, escribió el mandatario electo en Twitter al celebrar su triunfo.
En un centro de convenciones del centro de Bogotá sus seguidores explotaron de júbilo.
“Celebro porque por fin vamos a tener un cambio, esto es algo que los territorios esperaban (…) esto demuestra que hay esperanza, señaló a la AFP Lusimar Asprilla, una académica afro de 25 años.
Colombia se adentra así en una nueva era política sin un gobierno de los partidos tradicionales, derrotados en la primera vuelta en la que también se impuso el izquierdista.
Los dos aspirantes llegaron al balotaje empatados en la intención de voto. Se temía un resultado muy ajustado que desencadenara protestas ante las sospechas de fraude que avivó Petro durante la jornada.
El izquierdista sucederá al conservador Iván Duque a partir del 7 de agosto por un período de cuatro años. La líder ambientalista Francia Márquez también marcará historia tras ser elegida como la primera vicepresidenta afro de Colombia.
Derrota de Macron En tanto, la alianza de centro del presidente Emmanuel Macron perdió ayer su mayoría absoluta en el Parlamento, ante el progreso del frente de izquierdas y el auge espectacular de la extrema derecha en las elecciones legislativas.
“La bofetada”, tituló el diario Libération junto a una imagen del mandatario liberal, que deberá buscar nuevos aliados en el Parlamento para poder sacar adelante su programa reformista, como el retraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años.
Según las proyecciones del instituto Elabe a las 22H40 (20H40 GMT), la alianza ¡Juntos! de Macron obtendría entre 230 y 245 escaños en la Asamblea (cámara baja), la Nueva Unión Popular Ecológica y Sociales (Nupes, izquierda) entre 150 y 160 y la Agrupación Nacional (extrema derecha), de 85 a 90.
Con la mayoría absoluta en 289 escaños, la primera ministra Élisabeth Borne consideró un “riesgo” para el país estos resultados y prometió buscar desde el lunes “una mayoría de acción”. “No hay alternativa a esta unión para garantizar la estabilidad”, dijo.
Aunque la negociación es habitual en la mayoría de democracias a falta de una mayoría absoluta en el Parlamento, la nueva legislatura puede volverse un quebradero de cabeza para el oficialismo en Francia, acostumbrado a la apisonadora.
El triunfo del PP El conservador Partido Popular conquistó ayer domingo la mayoría absoluta en las elecciones de Andalucía, otrora bastión de la izquierda, asestando un duro golpe a los socialistas del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, a un año y medio de las elecciones generales.
Con casi la totalidad de votos escrutados, el PP había ganado los 58 diputados que permitirán a su candidato Juan Manuel Moreno revalidar su presidencia, y gobernar en solitario, muy por delante de los 30 logrados por los socialistas del PSOE, y más que todos los diputados de izquierda juntos.
De este modo, el PP no necesitará al partido de extrema derecha Vox en el ejecutivo, como le ocurre en Castilla y León, privando a la izquierda de un argumento electoral y validando la apuesta por la moderación del nuevo líder conservador nacional, Alberto Núñez Feijóo.
SEPA MÁS En Andalucía. El Partido Socialista (PSOE) logró un resultado inferior al de las elecciones de 2018 (33), su mínimo histórico, cuando perdió el poder regional por primera vez desde la instauración de la autonomía en 1982, tras un escándalo de corrupción.
París. Aunque Macron pierde su mayoría absoluta, el primer frente de izquierdas en 25 años –izquierda radical, ecologistas, comunistas y socialistas– se queda lejos de imponer a Jean-Luc Mélenchon como primer ministro.
Colombia. Los militares colombianos deberán jurar lealtad a un exguerrillero en un país traumatizado por un conflicto de seis décadas con los rebeldes de ultraizquierda. Tras un mandato conflictivo al frente de la alcaldía de Bogotá, Petro deberá probar que es capaz de trabajar en equipo para gobernar el país y alcanzar consensos.
Mucha gente nunca había oído hablar de la palabra neurodiversidad hasta hace unos años.
Sin embargo, el término, utilizado para describir las amplias y variadas diferencias que se encuentran en el cerebro humano, ahora entró en nuestro vocabulario general.
Redes sociales como Clubhouse, Twitter y TikTok han jugado un papel crucial en ese cambio. Han proporcionado un espacio muy necesario donde las personas pueden hablar sobre sus diferencias neurológicas.
De hecho, para muchos, las redes sociales les han dado la prueba que necesitaban para darse cuenta de que son neurodivergentes.
Fue particularmente valioso durante la pandemia, cuando las personas con cerebros diversos pudieron encontrar comunidades y personas en internet con las que podían relacionarse.
¿Qué es?
Entonces, ¿qué es la neurodiversidad?
Es el reconocimiento de que la mente puede funcionar de varias maneras y que estas diferencias son solo variaciones naturales en el cerebro humano.
Lawrence Fang, director del proyecto de neurodiversidad de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), lo define de la siguiente manera: «Es solo una forma de describir que nuestros cerebros son diferentes y, como cualquier ser humano, no serás bueno en todo».
Fang cree que puede ser más difícil para algunas personas reconocer o aceptar las diferencias que ocurren en el cerebro.
«La diversidad de género es algo que puedes identificar fácilmente, así como la diversidad étnica racial es algo que puedes detectar fácilmente porque puedes verlo. Pero la neurodiversidad es algo que no se puede ver la mayor parte del tiempo», agrega.
Las personas que son neurodivergentes pueden tener variaciones cognitivas como autismo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), dislexia o dispraxia.
Pie de foto,Rach Idowu tiene múltiples tipos de TDAH que se presentan de diferentes maneras.
Hay tres tipos principales de TDAH y sus efectos pueden variar de una persona a otra. A menudo se diagnostica en la infancia, pero cada vez más adultos descubren que experimentan este tipo de neurodivergencia.
Rach Idowu es bloguera, propietaria de una empresa, y tiene varios tipos de TDAH.
«El tipo atento del TDAH puede implicar que muestras síntomas o rasgos como distraerte fácilmente y falta de atención a los detalles, procrastinación, mala organización y mala memoria de trabajo», señala.
«El tipo impulsivo hiperactivo del TDAH muestra rasgos de impulsividad y de interrumpir fácilmente a las personas», añade.
«Yo tengo un tipo combinado de ambos».
Y acota: «También soy muy creativa y buena para resolver problemas«.
Las experiencias entre las personas neurodivergentes pueden variar.
Algunos pueden ser sensibles a los entornos que provocan una sobrecarga sensorial. Otros pueden procesar la información de una manera diferente, mientras que algunos pueden no ser capaces de leer las expresiones faciales o pueden tener dificultades para identificar números y palabras.
El movimiento de la neurodiversidad
Según el programa Neurodiversidad en el Trabajo de la Universidad de Stanford, entre 15% y 20% de la población mundial se considera neurodiversa.
Durante la década de 1990 hubo un movimiento que creó conciencia sobre la neurodiversidad y abrazó la inclusión de todas las personas con una posible neurodivergencia.
Judy Singer, socióloga australiana, acuñó el término neurodiversidad en su tesis de 1998 para promover la igualdad y la inclusión de las «minorías neurológicas».
Hoy en día, la neurodiversidad se considera un movimiento de justicia social y ha adquirido una conciencia mucho más generalizada.
La investigación y la educación son cada vez más importantes en la forma en que se ven ciertas discapacidades y afecciones neurológicas.
Dificultades con el diagnóstico
Pie de foto,Rosie fue diagnosticada con TDAH de adulta, durante la pandemia de covid.
Un movimiento creciente ha ayudado a crear conciencia sobre la neurodiversidad, pero muchas personas aún luchan por ser diagnosticadas y recibir apoyo.
Rosie Thomas tiene 33 años y vive en Berlín. Le diagnosticaron TDAH en 2020 durante la pandemia de covid-19.
Posteriormente decidió convertirse en tutora y trabaja para apoyar a otras personas como ella.
«Durante tres décadas, literalmente pensé que era como una marciana total. Pensé que nadie más era como yo», le dijo a la BBC.
«Veía a mi psiquiatra, quien decía que todas estas cosas con las que estaba luchando eran síntomas de depresión. Sabía que no estaba deprimida y ahora sé que eran ejemplos de disfunción ejecutiva».
La disfunción ejecutiva se refiere al rango de dificultades cognitivas, emocionales y conductuales que a menudo ocurren después de una lesión en los lóbulos frontales del cerebro.
Rosie vio un video en TikTok de una mujer de unos 40 años con TDAH que describió síntomas que resonaron en su cabeza.
Buscó en Google «TDAH en mujeres adultas» y descubrió que ella coincidía con la mayoría de los rasgos de carácter descritos.
Luego se autodiagnosticó como persona con TDAH.
«Lo leí y lloré. Fue como leer mi diario», dice.
Fang explica que el proceso de obtener un diagnóstico formal varía ampliamente en todo el mundo y puede ser muy costoso, razón por la cual muchas personas no siguen esta ruta, aunque advierte que buscar ayuda profesional tiene importantes beneficios.
«Creo que la preocupación potencial podría ser que, a veces, hay sitios web que diagnostican a las personas en función de lo que dicen los parámetros pero, de hecho, no es tan sencillo como un diagnóstico de un sitio web», señala.
«Por ejemplo, las personas en el espectro del autismo a veces tienen comportamientos estereotípicos como conductas repetitivas y esto podría confundirse con los comportamientos obsesivos en el trastorno obsesivo compulsivo».
«Si tienes un diagnóstico incorrecto, entonces básicamente entras en el camino equivocado y es por eso que es más útil -si estás sospechando, o si alguien sospecha- tener un diagnóstico con un experto neurológico», indica.
Apoyo en las redes sociales
Pie de foto,Lyric Holmans comenzó un hashtag para alentar a sus seguidores a hacer preguntas a personas con experiencias de neurodiversidad.
Con muchas dificultades para encontrar apoyo a través de los canales médicos tradicionales, muchas personas como Rosie están recurriendo a las redes sociales en busca de ayuda.
Lyric Holmans es autista, tiene 35 años y es de Texas.
Blogger de estilo de vida y neurodiversidad, además de youtuber, Lyric dijo que descubrió que era autista a través de comunidades en redes sociales a los 29 años.
Comenzó el hashtag en redes sociales #AskingAutistics (#PreguntandoaAutistas) para ayudar a las personas a hacer preguntas sobre este trastorno.
Lyric cree que el hashtag es importante porque permite preguntarles a las personas con experiencias vividas de autismo todas las cosas que han querido saber.
«La identidad es invisible, especialmente si no tienes el lenguaje para explicar esa experiencia», dice.
«Es realmente difícil cuantificar esas experiencias si no tienes ninguna imagen de personas como tú».
Lyric cree que las redes sociales han hecho que sea mucho más fácil encontrar a otras personas con las que te identificas.
«Publicas una pregunta y luego los seguidores comienzan a interactuar entre sí, a compartir cosas y a ayudarse unos a otros a pedir ayuda».
Más difícil para las mujeres
Aunque las redes sociales están facilitando que las personas obtengan apoyo, las mujeres aún tienen menos probabilidades de ser diagnosticadas.
Los médicos y los profesionales de la salud mental a menudo pasan por alto sus síntomas.
A la hora de realizar una prueba de autismo, Fang dice: «Los hombres tienden a tener un comportamiento más estereotípico, más repetitivo, y se ve menos en las mujeres. Eso es algo que hace que los hombres sean mucho más fáciles de identificar».
La investigación de Fang encontró muchos más «camuflajes» en las mujeres en el espectro en comparación con los hombres.
Pie de foto,Lawrence Fang está realizando una investigación pionera en el campo de la neurodiversidad en la Universidad de Stanford, Estados Unidos.
Camuflar o enmascarar es el uso de estrategias para disimular las características autistas y compensar las dificultades sociales asociadas con ello. Estas estrategias pueden ser utilizadas conscientemente o no.
Cuando se trata de TDAH, dice que hay más mujeres que son del tipo atento y más hombres que muestran más del tipo hiperactivo de impulsividad imponente.
En entornos escolares, por ejemplo, Fang señala: «Si apruebas tu trabajo (de clase) y estás callado, a los maestros no les importa, piensan que estás bien».
«Los (alumnos) hiperactivos e impulsivos son los ‘alborotadores’ y es por eso que llaman la atención».
Estigma
Si bien puede ser más difícil diagnosticar a las mujeres, también existe un estigma en torno a admitir y hablar sobre su neurodivergencia.
Rach dice que después de revelar públicamente que es neurodivergente, muchas personas de todo el mundo se han puesto en contacto con ella.
Además de recibir mensajes de mujeres, también hizo que muchos hombres negros se presentaran para decir que se sentían neurodivergentes.
«Algunas personas se sienten muy avergonzadas por el estigma asociado con el TDAH», cuenta.
«Participé en ComicCon el año pasado. Estaba hablando en el escenario y luego alguien se me acercó. Creo que tenía cuarenta y tantos años, y me dijo: ‘Me diagnosticaron después de leer tu blog; soy autista‘».
Rach también fue diagnosticada durante la pandemia y descubrió que las redes sociales son una herramienta esencial para sobrellevar la situación.
Hizo un llamado para ver cuántas personas también estaban luchando por adaptarse durante la pandemia debido a su neurodivergencia y la respuesta fue increíblemente valiosa.
«Hubo muchas personas, hombres, mujeres de todas las edades, que descubrieron que tenían TDAH durante la pandemia«, expresa.
«Tenía 26 años en ese momento, y en realidad fue en un documental que vi en Netflix, había un hombre adulto que hablaba sobre sus luchas con el TDAH y habló sobre la cantidad de medicamentos para el TDAH que cambiaron su vida».
Panorama positivo
Pie de foto,La gimnasta olímpica Simone Biles ha hablado sobre su propia experiencia con la neurodivergencia y ha utilizado su voz para crear conciencia sobre diversas afecciones.
Algo que promueve el movimiento de la neurodiversidad es el autocuidado.
Debido a que la conciencia sobre la salud mental ha aumentado en los últimos años, hay más discusiones sobre el cuidado de la salud que también llega a las personas neurodivergentes, y esto podría ser un factor de por qué las redes sociales fueron prolíficas como herramienta de diagnóstico.
Fang está de acuerdo en que ha habido un gran desarrollo en la forma en que nos sentimos acerca de estas condiciones.
«Creo que una cosa que es definitivamente diferente de hace 20 años, cuando no se usaban las redes sociales, es que ha disminuido el estigma de las enfermedades mentales y las enfermedades neurodivergentes».
Todas las personas con las que habló la BBC dijeron cómo la conciencia y la comprensión de sus realidades han ayudado a mejorar su calidad de vida.
Algunas figuras prominentes también se han pronunciado sobre sus propios diagnósticos.
El empresario Elon Musk dijo en el programa estadounidense de comedia Saturday Night Live que está dentro del espectro del autismo, mientras que la gimnasta olímpica estadounidense Simone Biles ha hablado abiertamente sobre tener TDAH.
La modelo, actriz y cantante Cara Delevingne también ha hablado ampliamente sobre la dispraxia y el TDAH.
Estos relatos de alto perfil sobre la neurodiversidad pueden hacer que más personas piensen en sus experiencias y, a su vez, ayudan a que más personas se hagan la pregunta: «¿Soy neurodivergente?«.
A Daniel Brühl (Barcelona, 1978) le conocimos la mayoría con el éxito de Good Bye Lenin en 2003.
Encarnaba a un joven de la recién extinguida Alemania Oriental, que para evitar disgustos a su madre despertada de un coma, se inventó una burbuja socialista donde el país seguía dividido por el muro de Berlín.
La cinta fue un auténtico éxito en Alemania, catapultó a Brühl a la fama y desde entonces el actor ha cambiado continuamente de rostro.
Interpretó a un soldado nazi bajo la dirección de Quentin Tarantino en Malditos Bastardos, revivió al piloto de Fórmula 1 Niki Lauda en Rush, y hasta ha sido enemigo del Capitán América en el universo Marvel.
A ese currículum le faltaba dirigir y en 2021 estrenó su primera película: La puerta de al lado, una comedia negra que arremete contra todo y todos, incluido una parodia de sí mismo, a través de un diálogo con su brutal vecino.
¿Cómo cambia un rodaje desde la silla del director?
La verdad es que tenía muchísimas ganas de coger toda la responsabilidad y ser el capitán del barco.
Tarde o temprano a la mayoría de actores les apetece contar su propia historia. Soñaba con dirigir, sobre todo porque de vez en cuando, durante mi carrera, me disgustaba no poder formar parte de todo el proceso cinematográfico y ser excluido de tantos aspectos.
Hacer cine es como montar un concierto y grandes misterios pasan durante el viaje.
En el rodaje, hay momentos piensas que son mágicos, pero quizás esa magia luego no se materializa y no funciona en la partitura.
Aprendí mucho sobre cómo puede cambiar una narración con cambios muy sutiles. Por ejemplo, la importancia del sonido al final de la producción. Una secuencia cambia mucho si de repente oyes a un camión por detrás o unas campanas sonar. Es una riqueza en todo el proceso que me llenó e inspiró muchísimo.
Pie de foto,La puerta de al lado es el debut de Daniel Brühl como director de cine.
¿En qué momento decidiste a dar el salto?
Era una idea que llevaba circulando en mi mente desde hacía diez años, pero no fue hasta hace poco que me sentí capaz, con el apoyo de un estructura para poder levantar el proyecto.
Cuando se me ocurrió estaba en Barcelona en 2010 y tenía como 30 años, pero no salió la película. Yo no sé escribir bien y lo primero que escribí fue horroroso. Además, en España no tenía productora y acabé olvidándome del tema.
Diez años más tarde, ya en Berlín, retomé la idea, que me seguía gustando, con una productora apoyándome detrás.
Seguía teniendo el problema de no saber escribir, así que me atreví a preguntar a mi amigo escritor y guionista, Daniel Kelhmann, con quien ya había trabajado en una película basada en un libro suyo.
Teníamos confianza y sabía que el tema podía gustarle. Recibí su primera versión del guion y entonces supe que era el momento. Tenía una historia buena en la que creía y me sentí finalmente capaz y feliz de hacerla.
Ha sido la experiencia más linda que he tenido a nivel creativo. Ha sido brutal participar escribiendo el guion, ejecutar la película, decidir los planos con el cámara, montarla… me lo he pasado muy bien.
Haciendo esta película entendí por qué los directores no quieren a ninguno de los actores en este proceso, porque se pueden poner muy pesados.
Si los actores pueden ponerse pesados en el montaje, ¿cómo se gestiona que hayas dirigido una película donde tú eres el actor protagonista?
Sabía que actuar en mi propia película podía ser un problema desde el inicio y varios amigos me advirtieron.
Gael García Bernal me dijo que qué buena onda que hiciera mi propia película, pero me recomendó no actuar en ella.
Ahora entiendo por qué. Es suficientemente complejo dirigir algo por primera vez como para tener esa doble función que al final puede resultar un poco rara.
Primero pensé que mi persona, un tipo privilegiado de Alemania Occidental, podía haber sido un arquitecto, músico o político. Pero luego pensé que habría sido difícil, en mi primera película, adentrarme en mundos que no conocía tan bien.
Entonces me pregunté: ¿por qué no elegir a un actor? ¿Por qué no soy yo y así me burlo un poco de mí mismo?
Eso me resultó mucho más fácil para escribir porque basé muchos aspectos en experiencias personales. Solo necesitaba tener a alguien, en este caso al cámara y asistente de dirección, para que hicieran recomendaciones sobre mi actuación.
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Uno debe defender la vocación y pasión por ciertos proyectos, pero también ser realistas de que en el 80% de los casos puede que no funcionen.»Daniel Brühl Actor y director hispano-alemán
Traté de no juzgarme como director a la vez que rodaba las secuencias en que actuaba. Solo necesitaba el feedback de mis colegas.
La verdad es que me fastidiaba cuando me decían que una escena no estaba nada bien, que era una mierda y que había que repetirla, pero era fundamental contar con gente honesta y crear una dinámica democrática.
Fue raro verme a mí mismo tanto tiempo al montar la película. Te ves tantas veces que te das mucho más cuenta de cuando estás bien o mal. De vez en cuando puede hasta doler.
Los actores tenemos vanidad y hay momentos en que pensamos: ‘buah, en esa secuencia estuve brutal, buenísimo’. Y cuando ves el conjunto notas que estuviste regular. Al menos tienes la posibilidad de cortarlo.
Nos pasa mucho a los actores. Terminamos de rodar, se monta la película sin ti, y cuando se estrena descubres que han cortado la escena donde te creíste fenomenal.
Ahora, cuando actúe, me callaré mucho más e intentaré no ser pesado con los directores cuando corten una escena en que me sentí increíble.
Entonces te fastidiaba cuando recibías comentarios negativos de tu equipo. Curioso que en la película el coprotagonista critique tu forma de actuar e incluso tu persona. Me imagino que con todos los canales de comunicación de hoy en día los actores están muy expuestos a la crítica y cualquier comentario. ¿Qué tanto te afecta?
La historia que cuento trata un poco todo eso y de ahí que viniera muy bien que mi personaje fuera un actor. Trata de una dinámica muy fea en que todas las sociedades hemos entrado.
A la gente le da mucho morbo descubrir los detalles más íntimos de alguien. Es algo que se ve mucho en mi mundo del cine y los actores.
Pero es verdad que también los propios actores alimentamos esa necesidad exponiéndonos, vendiendo motos de una imagen supuestamente perfecta de nuestras vidas. Y muchas veces, por detrás, hay una soledad, depresión, tristeza y vacío enormes.
Por eso me pareció oportuno hacer de un personaje que se ha perdido en la fama, la profesión y está vacío detrás de esa imagen de familia, la súper casa y el dinero. Él mismo ya no es consciente de lo que realmente pasa en su entorno o su familia.
Mi película va sobre miradas desde fuera, desde dentro, lo que saben nuestros vecinos sobre nosotros, nuestro entorno y lo que sabemos sobre nosotros mismos.
Me ha pasado pocas veces, pero sobre todo cuando era joven notaba que a veces no pisaba tierra. Ahí me acordaba de mi padre, que siempre me advirtió ir despacio porque duele mucho cuando uno se cae de una casa muy alta.
Noté que la vida me cambió mucho después del éxito de Good Bye Lenin! aquí en Alemania. La gente de repente me paraba por la calle, pero supe que habría días en que me dejarían de reconocer.
Pie de foto,Daniel Brühl fue premiado por su rol en Good Bye Lenin en 2003.
Por eso trato de andar así por este mundo del cine, la televisión, el ruido y el follón. Siempre hay que tener mucho cuidado porque todo puede acabar en nada.
Soy muy autocrítico con lo que hago y muchas veces no estoy satisfecho con el resultado de mis proyectos.
Incluso con mi propia película, habrá cosas que entenderé que se critiquen y cosas que yo quisiera cambiar. Es más sano ser autocrítico, sin exagerar, porque entonces así tampoco duelen tanto las críticas de fuera.
Es algo que 20 años después tolero mejor. La crítica tonta no me llega. Pero la buena, aunque sea negativa, si tiene sentido, sigue doliendo. Yo no soy como el actor de la película al que no le interesan ni las buenas ni las malas críticas.
Me alegran las buenas y me duelen las malas, sobre todo si están bien formuladas y son verdad. Es parte del aprendizaje. Hay que asumir y digerir.
El problema son las críticas por criticar, las tonterías, maldades, el veneno de hoy en día. Ya trato de no leer nada de comentarios de la gente en internet. Lo hacía a los veintipico de años y descubría un mal rollo y mala leche tremendos, una locura que también se puede sufrir en la calle.
Hay gente que te dice cualquier barbaridad.
Entonces, ¿qué tanto hay de ti en el personaje de ti mismo que parodias en la película?
Hay que poner muy claro que se trata de una comedia negra, oscura, donde el tono es muy elevado pero que no es una película realmente sobre mí.
Para algún amigo o conocido que ha visto la película, les pareció exagerada la manera en la cual intento distanciarme de mí mismo, pero esa fue claramente mi intención.
Es un tío arrogante, pesado, repugnante, pedante. Un tío que se ha perdido. Conozco a algún actor así.
Sí que es cierto que le añadí anécdotas y experiencias propias porque nos parecía gracioso manipular al espectador para que no sepa qué es real y qué es ficción.
Algunas cosas que me dice el vecino las he oído en mi vida.
Como cuando una conocida, durante una fiesta en Berlín, me dijo que yo realmente no actuaba, que siempre hacía de mí mismo. Le pregunté si de verdad, en 20 años que me ha visto actuar, jamás le di la impresión de ser alguien más que yo mismo. Me respondió que no.
Me pareció tan increíble y de poco respeto que me tuve que ir de la fiesta.
¿Y no te da miedo que algunos espectadores no separen la ficción con la realidad y te asocien a todo lo negativo de tu personaje?
Me han preguntado mucho si estaba listo para asumir que la gente pudiese pensar que yo soy como mi personaje.
Pero la verdad es que no. La distancia me parece clara y no me preocupa.
Pudo haber sido una película más realista, privada, intimista y cercana a mí, pero yo quería exagerarlo todo y contarlo a través del humor.
Claro que hay cosas que comparto y son verdad.
Como el personaje de la película, yo he sido un privilegiado, parte de la gentrificación que critico en el filme.
Me mudé con 20 años al barrio de moda de Berlín tras el éxito de Good Bye Lenin! A esa edad ya ganaba buen dinero cuando mis amigos en Colonia tenían hasta tres trabajos para financiar sus estudios.
Desde entonces me siento en una burbuja y alguien con suerte.
La película claro que trata todo eso, pero la intención es hacer comedia y exagerar el tono. No soy yo el que veo en la película y creo que la gente sensata, la que me importa, la verá de la misma manera.
Me resbala si la gente piensa que soy así de idiota. Esos son los que luego también dirían que soy el peor actor, el más feo y el más tonto.
Has hecho roles muy diversos: ciudadano del este de Berlín, soldado nazi, piloto de Fórmula 1, personaje de Marvel. ¿Se queda un actor con vicios y manías de sus personajes? ¿Cuál de tus roles es el que más te ha marcado?
Hay proyectos que marcan mucho y no solo al nivel de actuación.
Depende del tiempo que ha estado entrando y saliendo del personaje y aprendiendo de otras personas y mundos que te hayan llenado mucho más allá de la interpretación.
Como actor uno siempre quiere perder sus manierismos y ciertos gestos y tonos que ya haya usado para no repetir. Puede pasarle a muchos actores que hay ciertos personajes que les van tan bien que se meten en tu rutina.
En este camino he aprendido mucho, como cuando hablaba y aprendía del expiloto de Fórmula 1 Niki Lauda para la película Rush.
Lo bonito de mi profesión es entrar en mundos que desconoces por completo. Yo nunca había conocido a alguien como Lauda, un hombre sin miedo al volante y la vida.
Pie de foto,Daniel Brühl interpretó al piloto de F1 Niki Lauda en el filme Rush de Ron Howard.
Era 100% honesto, sin conocer el juego diplomático en que la mayoría de nosotros jugamos para evitar conflictos, incluido yo.
Me impresionó mucho su vanidad, especialmente por cómo vivía con su imagen, ese cuerpo y esa cara quemados por su accidente. Lo llevaba con mucho coraje, sentido del humor y una fuerza que no sé de dónde sacó.
Lauda decía siempre a la cara lo que pensaba y nunca se guardaba nada para sí mismo. Interpretarlo fue una lección vital.
Reflexionando sobre lo que significaba ser actor, él mismo me dijo lo importante que era que bajáramos en nuestra cabeza el volumen de la crítica y las voces exteriores.
Tu película es claramente de autor, arriesgada, un filme no pensado a priori para taquillazos. ¿Es muy diferente hacer una película que sabes que será un éxito de taquilla con una más dirigida a un público específico?
En esta profesión nunca puedes anticipar el éxito o el fracaso, aunque siempre empieces con ilusión. La dinámica es incontrolable y dependes de muchas casualidades.
Quizás Good Bye Lenin! no habría tenido tanto éxito de haberse estrenado 10 o 20 años después. Puede que hoy no tuviera ni el 10% de espectadores de aquí en Alemania. Todo ha cambiado.
En el momento en que se estrenó había un sentimiento más positivo, más esperanza en que los dos países se unieran más de lo que ahora vemos. Había mejor relación entre los dos países y la sociedad en general. Históricamente era un buen momento para estrenarla.
A veces debes tener suerte con lo que pasa en el mundo.
Siempre digo que es un milagro que una película, si no está diseñada para el éxito comercial, funcione.
Es el caso Marvel, por ejemplo, con películas que están muy bien hechas en mi opinión. Si a la gente no le gusta, lo respeto, pero yo defiendo y disfruto ese universo.
Son productos que sabes que funcionan, aunque vengo de un cine en que cada vez es más duro que las películas lleguen al público.
Lo he vivido con mi propia película. Entre la pandemia y otros aspectos hay poca gente que habrá visto o verá está película en el cine, pero al menos espero que la vean de otra manera, aunque sea en la computadora.
Mejor que la vean de cualquier forma, porque quién sabe si en 10 años la gente aún pondrá dinero para contar una historia como yo la he contado.
Antes del estreno de la película quise defenderme del disgusto que me hubiese dado hace cinco años. Habría entrado en una depresión brutal viendo las cifras que mi película hace en el cine.
Como una especie de vacuna contra eso, contra la increíble tristeza y decepción, me protegí asumiendo que la dinámica ha cambiado muchísimo.
Yo estoy contentísimo por cada persona que haya visto mi película en la gran pantalla, que no serán muchos. Pero eso hay que asumirlo y aceptarlo sin entrar en depresión o mal rollo.
A mis 43 años estoy contentísimo de haber participado en un par de películas de autor que han funcionado, películas que nadie pensaba que mucha gente vería de repente funcionaron.
Hubo ofertas al principio que me pronosticaban un exitazo seguro y no las quise hacer, las típicas comedias que tan bien les va en Alemania. Entonces vivía con la decepción de trabajar en las películas que quería hacer pero que no funcionaban…hasta que llegó Good Bye Lenin! en 2003.
Pero poco después de eso hice otra que no la vio ni Dios.
Uno debe defender la vocación y pasión por ciertos proyectos, pero también ser realistas de que en el 80% de los casos puede que no funcionen.
Cuando empecé todavía existía la posibilidad de que cierto cine alcanzara cifras que hoy serían magníficas, pero eso ha bajado mucho en los últimos años.
Es posible seguir defendiendo un cine de autor, pero han cambiado las fichas y cómo se consume el cine.
No cabe duda de que en el cambio de fichas ha tenido mucho que ver Netflix y otras plataformas de streaming. ¿Lo ves como amenaza?
No soy muy fatalista y me gusta la diversidad. En esta era del streaming y la televisión, veo resultados de altísima calidad.
Yo vengo de la generación en que hacer teatro y cine se veía muy bien pero la televisión se asociaba a las chorradas.
Ahora todo cambió y la televisión domina la industria a través del streaming. Y aunque puede que lo sea, no quiero verlo como una amenaza, sino aceptarlo como una alternativa.
El mundo del streaming te da también, de vez en cuando, ofertas creativamente ricas. Solo que hay que encontrar esas perlas dentro de la masa de contenido que en muchísimos casos es bastante mediocre y pésima.
Pie de foto,Daniel Brühl en la serie de Netflix El alienista.
Hay que llenar y crear tantísimo contenido para todas esas masas que a veces la calidad baja.
Pero luego tienes The Crown, Gambito de Dama,Succession, algunas series que ves con un nivel increíblemente bueno.
No quiero verlo demasiado negativo, tampoco al universo Marvel, al que también se ha criticado mucho.
Creo en la coexistencia. Si el cine está muriendo, ellos no son los únicos responsables. Hay gente que no va a ver las películas de Marvel y consumen otro tipo de cine. La solución no es que Marvel pare de producir películas.
Quizás solo estemos en una especie de valle. Por eso es importante que los festivales sigan promocionado la experiencia única del cine.
Si logras sentar a la audiencia en sus butacas, seducirla, la gente se va a ir entusiasmada de la sala. Pero para que eso no desaparezca hay que luchar a saco, para que en el futuro haya un renacimiento del cine.
Aún no veo muy claro cómo, pero quiero creer que resurgirá, que habrá un momento en que la gente piense que mola muchísimo más ir a ver una película en una sala que en casa.
Has trabajado con muchos directores: Quentin Tarantino, Ron Howard, los hermanos Russo…¿de quién has aprendido o incorporado más cosas ahora que eres director?
El cine de Tarantino siempre me ha entusiasmado mucho. Ese aspecto western suyo siempre lo tuve en mente para mi historia, que es casi un duelo sin pistolas entre mi persona y su vecino con las palabras como armas.
De Tarantino intenté emular cómo orquesta secuencias larguísimas y mantener la tensión en el diálogo.
Pie de foto,Daniel Brühl junto a Mike Myers, Diane Kruger, Quentin Tarantino y Mélanie Laurent promocionando Malditos Bastardos.
Esto es fundamental cuando tu película trata sobre la dinámica de dos personajes en un bar.
De Ron Howard también aprendí mucho en Rush por su actitud siempre abierta y democrática en el set, algo que no he visto mucho.
Con Peter Morgan, guionista de Rush y series como The Crown, tuvo una relación donde el guionista en cada día del rodaje aún contribuía al guion, mejorándolo continuamente.
Howard, como director, permitía mucha autoridad al guionista y eso es algo que yo nunca había visto en un rodaje. Como actor también podías contribuir muchísimo.
En mi rodaje quise crear esa atmósfera donde todos pudieran colaborar y participar.
Luego también me he inspirado en otros directores de películas que he visto aunque yo no haya trabajado con ellos, desde Sidney Lumet y Hitchcock como Polanski y los hermanos Cohen.
Ahí hubo un fondo muy rico de inspiración de la más alta calidad que siempre a la hora de hacerlo me asustó mucho.
Tarantino, especialmente, es una enciclopedia del cine. Lo sabe todo. En muchos casos me habría encantado tenerlo a mi lado para preguntarle de todo.
Ahí yo noto que no puedo decir que soy director, después de haber trabajado con gente como ellos. Si hablas con Tarantino, que todo lo que vive, sueña y hace es cine, yo noto una diferencia.
He dirigido una película y estoy orgulloso, pero aún no tengo bolas para llamarme director.
¿Y quieres llegar al punto en que te consideres director?
Sí, con precaución y cuidado. Quiero repetir y hacer algo diferente, pero paso a paso.
Primero pensaba que si esto resultaba un fracaso como película y también como experiencia personal y profesional, no repetiría.
Pero ahora sí que me ha gustado. Quiero aprender más, cambiar de género y abrirme más en mi próxima producción.
Si eso sigue interesándome y llenándome de tal manera como lo hice en la película, que fue lo más lindo, quisiera hacer una más y una más.
Quién sabe si algún día me siente mejor en una entrevista cuando me llamen director.